La cuarta ola del Feminismo según Núria Varela

Me acabo de leer el libro de Feminismo 4.0 La cuarta ola, de Núria Varela y me parece una lectura obligada para muchos y muchas.

Ya no es sólo hablar de feminismo y de su historia, sino de profundizar en los aspectos que conforma nuestra sociedad consumista y neoliberal, haciendo que la humanidad esté abocada por completo a la consecución del deseo sin pensar en las consecuencias o como se obtiene ése deseo.

He de agradecerle a Esteban (mi marido), que me lo haya regalado, sabiendo que me gustaría, esto demuestra, que no todos son iguales por supuesto y que independientemente de hombre o mujer, debería de primar el sentido común y algo que parece que vamos olvidando muy a menudo: humanidad.

Prostitución

Algo que me ha sorprendido y me ha capturado es el apartado de la prostitución, el apartado histórico es muy interesante, para aquellos que no sepan mucho sobre las diferentes oleadas del feminismo, pero el de la prostitución, creo, que es el eje del problema de la igualdad.

A veces, yo misma, me he descubierto en discusiones, justificando que alguien pueda dedicarse a la prostitución libremente, pero eso no es así realmente, hay situaciones profundas, aspectos escondidos, que nosotros mismos omitimos por el miedo al statu quo que proporciona, el estado capitalista, que satisface nuestros deseos.

Y habla una persona muy capitalista y muy consumista.

Pero desde hace un tiempo, no encuentro ideas para justificar el patriarcalismo que hay en la prostitución, igual que en ningún otro ámbito. Pero en concreto, éste, es un eje importante a la hora de la educación sexual que tenemos hoy en día y que se traslada a la sociedad.

El Banco Mundial lo justifica

No sabía que el Banco Mundial, a causa de la deuda de los países, justificó el hecho de que a las niñas y las mujeres, se les hiciera hincapié en dedicarse al trabajo de prostituirse como si fuera incluso una ayuda al sector masculino y no se les incite mejor a estudiar para conseguir trabajos adecuados o que les interese.

Me parece del todo ilógico que una institución vea con buenos ojos el hecho de que este servicio, sea eso, un servicio que ofrecer y no una explotación, que hace que los hombres se relacionen con el sexo de una manera tan impersonal y tan cruda: «uno paga por sexo a otro individuo que no quiere».

No podemos esperar nada bueno de una sociedad que se relaciona con los demás de ése modo.

¿No sería mejor que el Banco Mundial proyectara como ofrecer a estas niñas y mujeres opciones como la educación para que n ose vean abocadas a la prostitución por obligación?

¿Pero como se llega a la prostitución? ¿Cómo, sabiendo como cliente, que no te quieren, que solo es por necesidad, puedes pagar por ello?

Por puro egoísmo.

Si algo estoy descubriendo en mis nuevas lecturas, es que el egoísmo impera todo, que el neoliberalismo se nutre de ello y machaca a los seres humanos para que seamos solo, seres que desean y que no se paran a pensar.

Maternidad, cuidados y vientres de alquiler

Éste es un apartado peliagudo.

La maternidad no es un camino de rosas: la conciliación es difícil, te ves presionada por la cantidad de información acerca de como hacerlo perfecto, quieres la vida perfecta, la vida que te han mostrado que es perfecta y la exigencia es ardua.

Tener un hij@ es algo para siempre, es una responsabilidad enorme dotar a otro ser humano de la capacidad de ser honesto en un mundo tan brutal, pero a parte de todo esto, es una experiencia que te da momentos inolvidables.

Me apena y entristece saber que hay parejas que no pueden vivirla y el propio deseo, desencadena un fervor, que pasa factura tanto psicológicamente como físicamente, desgastando mucho a éstas parejas que desean ser padres por encima de todo.

No puedo saber lo que sienten las parejas en ésta situación, pero creo que tampoco se debería de comprar a otro ser humano o concebir a las mujeres como incubadoras.

Lo mas sensato es ordenar las adopciones y tratar de investigar en el campo de la infertilidad.

Si por cuestiones de virilidad, han sacado un fármaco para que se les «ponga dura», si realmente dependiera de ellos, ya habrían encontrado el santo grial para quedarse embarazados. Creo que el negocio de la infertilidad es mucho más lucrativo que el hecho de solventar el problema.

Entendería también el hecho de por afinidad, que un familiar quiera hacerlo, pero hay que tener en cuenta que, estar embarazada es un proceso muy complicado emocionalmente, y es comprensible que esas madres, después, no quieran dar a sus hijos y se vean en un problema legal y moral de por sí ya complicado.

No banalizar

De igual forma, es un tema peliagudo y el debate está servido, pero creo que lo mejor es no banalizar sobre la concepción, la fertilidad, la infertilidad y la maternidad.

El cuidado a las personas, ya sean niños o adultos es un tema que debería de mostrarse: existe.

Hace un tiempo, las mujeres se hacían cargo de ello, ahora el concepto de familia ha cambiado mucho y es muy variado con lo que se debería de visibilizar y darle la importancia que requiere al cuidado en general y saber que es un trabajo ingente e importante.

Las personas que hayan tenido familiares a su cargo, saben el desgaste físico y psicológico que conlleva y la sociedad no visibiliza el cuidado (ya sea infantil o adulto), como una profesión de valor, que puede enriquecer a la sociedad misma y aportar una serie de conceptos morales muy necesarios últimamente.